El presidente de Francia paga 10.000 euros mensuales a su peluquero

  • Desde 2012, el presidente francés tiene un peluquero 24 horas a su disposición que cobra casi 9.895 euros brutos al mes del dinero público
Francoise Hollande en su despacho del Palacio del Elíseo en París, Francia / AFP

PARIS, FRANCIA (AFP) – El presidente francés François Hollande tiene contratado a un peluquero desde que fue elegido en 2012 por un sueldo mensual bruto de 9.895 euros (10.945 dólares), publicó este miércoles el semanario satírico Le Canard Enchaîné.

El sueldo del peluquero del presidente, que fue confirmado por el gobierno y que se aproxima a lo que gana un ministro, ha levantado indignación y burlas en las redes sociales.

El contrato de trabajo de Olivier B., «peluquero personal del jefe de Estado», fue firmado el 16 de mayo de 2012 por la entonces directora del gabinete del Elíseo, Sylvie Hubac, precisa el semanario.

Este documento estipula que Olivier B. está contratado «por la duración del mandato presidencial en curso». Según Le Canard Enchaîné este «contrato temporal de cinco años le supone una remuneración bruta acumulada de 593.700 euros», unos 656.500 dólares.

Los honorarios van acompañados de una «eventual ‘asignación para vivienda’ y otras ‘ventajas familiares'», agrega la publicación.

«Lo que se ha dicho es cierto», declaró el portavoz del gobierno, Stéphane Le Foll, tras un consejo de ministros, confirmando «que hoy hay un peluquero en el Elíseo, lo cual no era el caso antes».

«Puedo entender las preguntas, puedo entender que haya juicios de valor», agregó. «Todo el mundo se peina, ¿no?, dijo Le Foll, «no una persona cualquiera, eso es todo», concluyó.

Un diputado del ultraderechista Frente Nacional (FN) se refirió al presidente socialista como «su majestad» en Twitter, mientras otros usuarios superponían pelucas afro y otros peinados extravagantes sobre imágenes del presidente para «ayudar al peluquero a ganarse su sueldo».

La etiqueta #Coiffeurgate era tendencia en Twitter en Francia este miércoles.

El semanario precisa también que Olivier B. debe estar totalmente disponible y acompaña al presidente durante la mayoría de sus viajes.

El contrato del peluquero estipula además que «debe guardar un secreto absoluto sobre el trabajo que haya realizado durante y después de su contrato».

Estas revelaciones afectan la muy deteriorada imagen de Hollande, elegido en 2012 prometiendo ser un «presidente normal», lejos del estilo ostentoso y muy criticado de su predecesor de derecha, Nicolas Sarkozy.

Christine Lagarde, directora del FMI, será juzgada en Francia

  • La directora general del Fondo Monetario, imputada desde 2014, está acusada de negligencia por un caso de corrupción de 2007, cuando era ministra en Francia
Britain IMF
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. / AP

AGENCIAS

Un tribunal francés ha ordenado que Christine Lagarde, directora gerente del Fondo Monetario Internacional (IMF), sea juzgada por negligencia en el caso Tapie, un caso de corrupción que se produjo durante la etapa de Lagarde como ministra de Finanzas de Nicolás Sarkozy, en 2007. La responsable del FMI fue ya imputada por este asunto y acudió a declarar varias veces en verano de 2014.

En concreto, Lagarde, que ya estaba imputada desde 2014, será finalmente juzgada por su presunta «negligencia» al conceder una indemnización millonaria concedida por parte del Estado francés al empresario Bernard Tapie en 2007, cuando ella era ministra de Economía. Su abogado, Yves Repiquet, señaló en la cadena «i-Télé» que la decisión es «incomprensible», ya que la Fiscalía había solicitado a la Corte de Justicia de la República que desestimara el caso, al tiempo que avanzó que recomendará a Lagarde que apele la decisión de la comisión de instrucción del Tribunal.

El FMI ha emitido un breve comunicado tras conocerse la noticia: «Como ya hemos dicho antes, no sería apropiado comentar sobre un caso que ha sido y está siendo juzgado en Francia. Sin embargo , el Consejo Ejecutivo sigue expresando su confianza en la capacidad de la directora gerente para desempeñar eficazmente sus funciones».

Una indemnización polémica

El Gobierno de Sarkozy en 2007 adjudicó una indemnización de 403 millones de euros como reparación por las supuestas pérdidas que sufrió el empresario Bernard Tapie, amigo del entonces presidente de la República, en la venta de Adidas por parte del Crédit Lyonnais. En aquel momento, Lagarde era ministra de Finanzas.

Ella siempre ha defendido su inocencia, pero tras declarar varias veces como imputada, será también juzgada. En sus declaraciones anteriores, Lagarde se ha desmarcado del caso de corrupción y ha descargado la culpa sobre el que fue su jefe de gabinete, Stéphane Richard. Tapie, por su parte, fue condenado hace solo dos semanas a devolver los 403 millones de euros, así como ha pagar intereses y los gastos del procedimiento.

Violentos incidentes en París por la guerra entre taxistas y Uber

An UberPop vehicle was overturned by French taxi drivers who also clashed with riot police,

París.- La guerra entre los taxistas franceses y los autos con chofer de Uber estalló hoy a la mañana en París y las principales ciudades francesas, con violentos incidentes e intervención de la policía antidisturbios. Los taxistas salieron a la calle para protestar y frenar a Uber. Pero la protesta se ha tornado muy violenta y al menos hay dos chóferes heridos mientras el gobierno llama a la calma.

En Porte Maillot, en el borde entre el Periférico que rodea París y el Arco del Triunfo, hubo fuertes enfrentamientos en la mañana del jueves, con autos dados vuelta, neumáticos incendiados y enfrentamientos con la policía andisturbios. En Paris, la ruta al aeropuerto Charles de Gaulle y Orly, pero también en Marsella, Niza y Bordeaux hay gigantescos embotellamientos de tránsito a causa de la protesta. En el camino al aeropuerto Charles de Gaulle, los pasajeros se vieron obligados a abandonar los taxis y marchar a pie con la valija por la ruta para no perder su vuelo.

Los taxistas franceses (sólo 14.000 en París) no aceptan la competencia que les genera Uber, la compañía de autos con chofer en Internet, que está revolucionando el sistema de transportes en Europa.

Hasta ahora, la justicia francesa no se ha pronunciado en contra, como en otros países, y se esperaba su fallo en septiembre. El ministro del Interior, Bernard Cazenauve, alarmando ante la violencia en París, convocó hoy a la tarde a los representantes de los taxistas a su despacho y prohibió inmediatamente los autos Uber Pro. Son los autos de los particulares free lance, que usan su vehículo como taxi después de su trabajo, para aumentar su salario y conseguir un poco de dinero.

“Llamo a los que están en esta acción a detener la violencia”, pidió el Cazenauve, cuando la violencia en la Porte Maillot quedaba solo a 10 minutos de su despacho.

Pero esta guerra es más profunda y muestra hasta dónde está bloqueada Francia a la hora de aplicar la competencia con su legislación y código laboral. Este violento conflicto entre taxistas profesionales y taxistas clandestinos no es otra cosa que el espejo del bloqueo económico francés para entrepeneurs y su estrategia para romperlo en su batalla por el mercado.

Uber envío un tuit muy temprano.”Huelga hoy. La demanda será muy fuerte y el servicio tiene el riesgo de ser perturbado. Coraje a todos!”.

La cólera de los taxistas profesionales fue creciendo hasta la explosión ante la competencia salvaje de Uber, la compañía californiana, que ha conseguido imponer en Francia un servicio de transporte más barato, más eficiente y más agradable.

La violencia comenzó a sentirse en las últimas semanas en aeropuertos y estaciones de trenes, cuando los autos generalmente negros o grises de Uber, con sus ventanillas oscuras, comenzaron a ser detectados por los taxistas y agredidos. Al gunos chóferes de Uber están armados con gas pimienta para defenderse de esas agresiones. Los taxistas franceses llevan un fierro en su auto para defenderse de eventuales ataques nocturnos, ante un crecimiento de la inseguridad en París, que no dudan en utilizar contra sus adversarios de Uber.

“Mire, mire. Ahí va Uber, Uber”, señala Hubert, un taxista en la Plaza de la Concorde. «Siempre es lo mismo. Son todos sedan negros, autos lujosos. Y nos roban el trabajo. No pagan los impuestos, no tienen certificado de entrenamiento ni licencia. Son piratas. Lo único bueno es que los choferes son todos de los suburbios. Los jóvenes que no conseguían trabajo en Francia, ahora lo tienen con Uber”, admite Hubert, un taxista que pagó 240.000 euros por su licencia de taxista para ahora ver perdida sus clientela ante “una competencia desleal”.

Mohamad lleva cuatro meses trabajando en Uber. En su sedan Laguna negro transporta diplomáticos, empresarios, extranjeros y hasta un ministro.”Yo soy de Aulnay sur Bois, en los suburbios de París. Soy francés, de padres argelinos. No conseguía trabajo, salvo en la cocina, hasta que llegó Uber. La gente está encantada con nosotros. Estamos todos bien vestidos, les abrimos la puerta, esta el diario del día en el auto. Yo tengo una tableta si necesitan usar y pueden cargan el teléfono celular. Somos discretos y vamos por el camino que nos dicen. Por eso la gente nos prefiere a los taxis parisinos. En vez de protestar, ¿por qué no se modernizan, si en París hay trabajo para todos?” se pregunta.

En los últimos meses, las paradas de taxis en París están repletas de autos vacíos, esperando pasajeros que no llegan. Una fotografía muy rara para la histórica escasez de taxis en París. Una lista de taxis tan larga como el mal humor y las preocupaciones de esos choferes, que sienten que Uber les está vaciando su mercado y ellos pueden perder su trabajo y su inversión en la licencia.

Los taxistas denuncian “una precarización de los choferes” y llaman a todos los sindicatos a unirse en esta batalla. Uber, el grupo americano de transportes millonario y sus VTC, como se llama el servicio de transporte con chofer que ofrecen, ha lanzado un brazo de hierro contra el estado francés, en su batalla para conquistar el mercado de transportes con chofer . Pero nada volverá a ser como antes para los históricos taxistas parisinos. Ganarán una batalla pero no la guerra.