¿Hipocresía?, México deporta más inmigrantes que EU

El Plan Frontera Sur desplegado por México desde julio de 2014 convirtió al límite con Guatemala en una barrera para los inmigrantes centroamericanos.

Mexico Fewer Migrants
En imagen, un agente mexicano retiene a un inmigrante de El Salvador en Chiapas, México / Rodrigo Abd-AP

CIUDAD DE MÉXICO – Los líderes mexicanos son rápidos en condenar las declaraciones de Donald Trump, después de que se comprometiera a construir un muro en la frontera sur de Estados Unidos si es elegido Presidente, sin embargo, un vistazo a las últimas estadísticas de deportación del gobierno mexicano muestran que el país ha levantado una barrera formidable, junto a una represión masiva contra los migrantes centroamericanos en el marco del Plan Frontera Sur.

Entre octubre de 2014 y marzo de 2016, las autoridades mexicanas han detenido a 192 mil 889 centroamericanos,  un 50% más que en 2014,  y un 120% más que en el primer año del gobierno de Enrique Peña Nieto.

El 90% de las detenciones de centroamericanos, expone la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), se realiza en el límite de México y Guatemala, donde se enfoca el Plan Frontera Sur, que incluye el despliegue de elementos de la Gendarmería con entrenamiento militar, nuevos puestos de control fronterizo y el incremento de redadas.

“Percibimos un endurecimiento de la seguridad en la frontera sin precedente, prácticamente México ha conseguido sellar su límite con equipo y personal que sólo veíamos en la frontera norte; se efectúan patrullajes e inspecciones permanentes, al tiempo que las detenciones en las estaciones migratorias se triplicaron en el último año”, expresó por su parte Alonso Hernández, coordinador de la Red de Documentación de las Organizaciones Defensoras de Migrantes.

En numerosos informes elaborados por organizaciones civiles se exhiben las agresiones a migrantes por parte de criminales y también de funcionarios, así como las condiciones precarias que éstos padecen en las estaciones migratorias mexicanas.

Un ejemplo es el informe ‘Derechos Cautivos’, que se publicó en junio de 2015, en el que una red de organizaciones civiles documentó la existencia de celdas de castigo, trato violento y humillante hacia los migrantes.

Mientras tanto en Berlín, la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Claudia Ruiz, consideró este lunes que cerrar fronteras no es «inteligente» ni «eficiente» al ser preguntada sobre las propuestas de Donald Trump, favorito para la nominación presidencial republicana. «Ningún país solo puede resolver las cuestiones derivadas de la migración», afirmó.

 

Un Papa progresista

  • Francisco topa con los republicanos y sintoniza con Obama en la ecología, la política económica, la inmigración y Cuba

El Papa Francisco realiza una misa en la Plaza de la Revolución (La Habana, Cuba) / AP

La izquierda lo recibe con los brazos abiertos. La derecha recela de él. ¿Qué hace un Papa alineándose con los progresistas en asuntos que van desde la lucha contra la pobreza a la alarma por el calentamiento planetario? El mensaje de Francisco, que el martes aterriza en Estados Unidos, incide en las discusiones políticas más intensas de Washington. De las desigualdades al cambio climático, de la inmigración a Cuba, Jorge Mario Bergoglio se alinea con el presidente Barack Obama.

El argentino Bergoglio llega a un territorio desconocido. Es la primera vez que pisa Estados Unidos. “Es el elemento externo de Washington por excelencia”, dice John Carr, director de la Iniciativa sobre el pensamiento social católico y la vida pública en la Universidad de Georgetown, en Washington. “Tendemos a pensar que somos el centro del mundo”, añade Carr, en alusión a Estados Unidos. “Nosotros no somos el centro de su mundo. Es algo que debemos aprender”.

Los mensajes de Bergoglio dividen a políticos e intelectuales católicos estadounidenses. Hay tres campos. Primero, los católicos progresistas, que lo aplauden. Segundo, los conservadores que subrayan que el Papa no es un político y que etiquetarle según los esquemas de la política partidista es distorsionar su mensaje. Y tercero, quienes ven en los mensajes de Francisco sobre la economía o el cambio climático, sobre la inmigración o sobre Cuba, influencias marxistas y peronistas, el movimiento populista que predominó en la Argentina en la que el Papa creció y se formó.

Rush Limbaugh, el locutor de radio más influyente de la derecha, describió como “puro marxismo” el contenido de la exhortación papal Evangelii gaudium (La alegría del evangelio), publicada a finales de 2013. El documento criticaba el capitalismo desbocado. “Con el celo indiscriminado de un converso, [el Papa] abraza ideas impecablemente de moda, demostrablemente falsas y profundamente reaccionarias. Devastaría a los pobres en cuyo nombre pretende hablar”, escribió este fin de semana, en The Washington Post, el columnista George F. Will.

Ni Will ni Limbaugh son católicos, pero expresan con crudeza la visión del Papa de un sector del catolicismo norteamericano. Lo ven como un peronista argentino que no entiende ni Estados Unidos ni el sistema del libre mercado. Sus palabras comprensivas hacia los homosexuales también incomodan a algunos católicos en pleno debate sobre el matrimonio gay. Este sector tuvo en Juan Pablo II un aliado en la guerra fría contra el comunismo y a Benedicto XVI contra el relativismo occidental. Francisco les desconcierta en el mismo grado que entusiasma a sectores de la izquierda.

La realidad es más compleja. A fin de cuentas, quien ha invitado al Papa a hablar el jueves ante el Congreso es un católico de derechas, el speaker (presidente) de la Cámara de Representantes, John Boehner. George Weigel, intelectual católico y conservador, previene contra la tentación de encasillar al Papa. “La izquierda, la religiosa y la seglar”, dice, “tiene la fantasía de que, por fin, este es el Papa que se rendirá ante la revolución sexual. La derecha tiene la fantasía de que este papa está deshaciendo 35 años de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Ambas fantasías son falsas y sacadas de quicio”.

Obama no esconde su admiración por Francisco. Ha incluido citas suyas en discursos sobre la desigualdad y ha reconocido su papel central en el deshielo entre Estados Unidos y Cuba. Que sea un Papa latinoamericano, comprometido en la defensa de los inmigrantes sin papeles, mayoritariamente hispanos en EE UU, también lo alinea con el demócrata Obama. La oposición republicana se opone al acercamiento a Cuba, bloquea la reforma del sistema de inmigración y cuestiona el papel del ser humano en el cambio climático.

“Sin duda esperamos poder iluminar los valores que compartimos”, dice Melissa Rogers, responsable de asuntos religiosos en la Casa Blanca. “Queremos hablar de los temas que creemos que son importantes y en los que existe una preocupación compartida y muchos puntos de acuerdo”. Que el presidente se desplace a la base militar de Andrews, en las afueras de Washington, para recibir al Papa al pie del avión, es un gesto inhabitual. Indica que, posiblemente, Obama no tenga hoy un “aliado más potente” en el mundo, según The New York Times.

La alianza no es perfecta. Los conservadores esperan palabras rotundas del Papa sobre el aborto y el matrimonio homosexual, derechos que la Administración Obama defiende. Estados Unidos, con 75 millones de fieles, es el cuarto país con más católicos del mundo. Sólo uno ha sido presidente, John F. Kennedy. Desde hace décadas, el voto católico se reparte entre demócratas y republicanos, en un reflejo de las divisiones del país. Para la mayoría, Francisco es un jefe espiritual, más allá de la lectura política de sus posiciones. “Es un pastor, es un cristiano, es un católico”, dice John Carr. “Quien intente ponerle un etiqueta política estará cometiendo un gran error”.

Washington defiende derecho de Venezuela a controlar frontera

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El portavoz del Departamento de Estado, John Kirby / US GOV

WASHINGTON – Estados Unidos defendió este martes el derecho de Venezuela a controlar sus fronteras tras la orden del presidente Nicolás Maduro de cerrar la franja colindante con Colombia y la deportación de ciudadanos colombianos.

“Los gobiernos tienen el derecho soberano de controlar sus fronteras”, señaló John Kirby, portavoz del Departamento de Estado.

Un reporte de la agencia migratoria de Colombia señala que autoridades de Venezuela han deportado en la última semana a 691 adultos y a 129 menores de edad, a quienes, dijo, se les han violado sus derechos humanos.

El gobierno colombiano instaló el lunes un centro de atención humanitaria para los colombianos deportados entre Táchira y Norte de Santander.

El conflicto se desató el miércoles, luego que dos militares de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana resultaron heridos en la frontera binacional, cuando realizaban acciones contra el contrabando de productos básicos en la frontera con Colombia.

Elián González, 15 años después

  • El «balserito» fue noticia en el 2000, cuando llegó a Florida tras el naufragio de su barco y la muerte de su madre en alta mar. Fue devuelto a la isla luego de una polémica decisión.

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Elián González en La Habana

LA HABANA.- La imagen dio la vuelta al mundo: unos agentes pertrechados como para aniquilar extraterrestres apuntan a un hombre escondido en un armario, con un niño aterrorizado en sus brazos. Corría el amanecer del 22 de abril de 2000. Aquella foto, ganadora del premio Pulitzer, plasmaba el desenlace desmesurado de una historia que había comenzado seis meses antes, cuando Elizabeth Brotons se embarcó con su hijo Elián, de seis años, en un precario bote de aluminio para huir de su Cuba natal rumbo a Florida. Un temporal puso fin a sus sueños. Antes de ahogarse colocó a Elián en la cámara de un neumático. Así lo encontraron dos pescadores estadounidenses. El crío llevaba dos días a la deriva, resguardado por unos delfines. Era el 25 de noviembre, día de Acción de Gracias. Se habló de un milagro.

Elián fue entregado a su tío abuelo paterno, Lázaro González, que vivía en Miami. Desde Cuba, Juan Miguel, sobrino de Lázaro y padre de Elián, reclamó al niño, sacado de la isla sin su autorización. Lo que debía haberse resuelto en familia se convirtió en una encarnizada batalla política entre La Habana y Miami. Fidel Castro hizo del balserito el símbolo de su lucha contra el imperio (aunque el Gobierno de Bill Clinton apoyaba la repatriación del niño) y puso a los cubanos a desfilar en manifestaciones incesantes. El exilio anticastrista montó guardia frente a la casa de los González. El asunto se zanjó con una sentencia judicial y el “rescate” manu militari. El 28 de junio de 2000, el pequeño aterrizaba en La Habana. Fidel lo exhibió como “el orgullo” de Cuba.

Elian Gonzalez llegando a La Habana. (28 junio, 2000)

Hoy, a sus 22 años, Elián es un joven apuesto, de gesto adusto, decidido a dar la vida por la revolución. Es cadete de la Escuela Militar Camilo Cienfuegos y miembro destacado de la Unión de Jóvenes Comunistas. El propio Fidel Castro le entregó el carné cuando cumplió 14 años.

Elián se encuentra en su país natal, pero manifestó que al primer lugar que le gustaría viajares a los Estados Unidos. Aunque aclara que sólo como turista. En una entrevista concedida a la cadena ABC News, aseguró que le gustaría ver un partido de béisbol, visitar museos de Washington y hablar con ciudadanos norteamericanos, a quienes aprovechó para agradecer tanto cariño.

«Tal vez algún día podamos hacer una visita a los Estados Unidos. Yo podría agradecer personalmente a las personas que nos ayudaron, que estuvieron allí a nuestro lado. Estamos muy agradecidos por lo que hicieron», señaló en su primera aparición pública en la televisión norteamericana desde que tenía 11 años.

Con 21 años y poca fluidez en su inglés, el joven cubano se trasladó junto a ABC a la costa desde donde salió hace15 años rumbo a América. Su madre murió en la travesía.

«Recuerdo cuando el barco se hundió, cuando caímos al mar. Recuerdo cuando me pusieron en la balsa y mi mamá me cubría… en algún momento levanté la cabeza y ya no la vi de nuevo», recordó. «No había nadie más. Yo estaba solo en el medio del mar… eso es lo último que recuerdo».

Elián contó que su madre le había dado una pastilla para dormir antes de partir. Y aunque aclaró que no está de acuerdo con lo que hizo, se conmovió cuando recordó los esfuerzos que hizo su mamá para mantenerlo a flote mientras se ahogaban.

«Creo que si hoy no está aquí conmigo, es porque ella luchó hasta el último minuto para que yo sobreviviera», dijo. «Después de dar la vida por mí, creo que ella fue quien me salvó. Ella fue la que dio su vida por mí en un momento de peligro».

Hoy en día, González estudia Ingeniería y está comprometido con Ilianet Escaño, de 22 años, su novia de la secundaria, que está estudiando la licenciatura en Biología Química.

Enojo en Washington por fuga de Guzmán Loera

  • Desde Washington el enojo y la indignación con México es patente por el tufo de corrupción e incapacidad que ha dejado tras de sí la segunda fuga de Joaquín Guzmán Loera de una cárcel de máxima seguridad.

Josh Earnest, portavoz de la Casa Blanca /AP

WASHINGTON DC.-  La fuga de Joaquín ‘el Chapo’ Guzmán despertó enojo en Washington y levantó las sospechas de que obtuvo ayuda de empleados corruptos desde el interior de la prisión mexicana, informaron funcionarios de Estados Unidos.

El gobierno de Estados Unidos habría advertido a su contraparte de México que el Cártel de Sinaloa planeaba liberar a su líder, Joaquín El Chapo Guzmán Loera de la prisión de máxima seguridad del Altiplano, donde se encontraba recluido hasta la noche del pasado sábado que se fugó.

Funcionarios de los Estados Unidos se preguntaron cómo es que en una prisión de máxima seguridad en México nadie pudo notar el túnel que conducía a las regaderas de la celda de Guzmán.

Agencias gubernamentales de los Estados Unidos gastaron grandes sumas de dinero, recursos humanos y tecnología por 13 años para rastrear a Guzmán. Agentes de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglás en inglés) y el Cuerpo de Alguaciles de EU formaban parte de la operación para capturarlo, hasta que en febrero del 2014, el narcotraficante fue detenido.

Cuando el gobierno de México anunció la captura, el presidente del comité de seguridad interna de la Cámara de Representantes, Michael McCaul, pidió al gobierno y al pueblo mexicano considerar la inmediata extradición del capo para evitar una segunda fuga de la cárcel:

«Quisiera pedir a los mexicanos que consideren la extradición a Estados Unidos, donde sería puesto en una prisión de máxima seguridad y bajo fuertes medidas de vigilancia. De ahí no puede escapar y sería llevado ante la justicia para enfrentar una pena de cadena perpetua”, declaró McCaul en el inicio de un rosario de pronunciamientos de líderes políticos que temían una nueva fuga de El Chapo Guzmán como la que protagonizó en 2001 desde la cárcel de Puente Grande.

Esta fue la razón por la que solicitamos su extradición”, indicó otro funcionario, añadiendo que la fuga muestra «la fuerza del cártel y su habilidad para sobornar a funcionarios mexicanos. Si este hombre puede salir de la prisión, muestra que tan profunda es la corrupción en México».

La Casa Blanca reiteró este lunes su interés en juzgar en un futuro en Estados Unidos al narcotraficante. «Pero hemos dejado claro a los mexicanos nuestro interés en asegurar que (‘El Chapo’) enfrenta la justicia aquí, en Estados Unidos», aseguró el portavoz.

La fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, telefoneó el domingo a su homóloga, la procuradora general mexicana Arely Gómez, «para ofrecerle el completo apoyo del Gobierno estadounidense al Gobierno mexicano en su operación para tratar de capturar de nuevo al señor Guzmán», explicó Earnest.

Según el portavoz, México «tendrá la principal responsabilidad» a la hora de «asegurarse que se vuelve a capturar al señor Guzmán», pero «puede contar con el apoyo de Estados Unidos» para ello.

Guzmán enfrenta decenas de cargos por narcotráfico, lavado de dinero y otros delitos en tribunales federales de Illinois, Nueva York, Florida, Texas, California y Arizona, dado que Estados Unidos es el mayor mercado del cartel de Sinaloa.

Su perfil es tan notorio en este país que las autoridades de Chicago llegaron a considerarlo el «enemigo público número uno», un criminal aún peor que el único otro que mereció esa etiqueta: el gángster Al Capone.

Según el diario estadunidense The Wall Street Journal, desde el año pasado la Administración Federal Antidrogas (DEA) se enteró de los planes del Cártel de Sinaloa para ayudar a Guzman Loera a fugarse del penal federal ubicado a 85 kilómetros de la capital mexicana.

Con base en fuentes del gobierno estadunidense, cuya identidad se reserva, el rotativo indica que “hace un año la DEA recibió información de que Iván Archivaldo Guzmán –hijo del capo sinaloense– había contratado a personas con conocimientos militares para diseñar un plan y liberar a su padre”.

“El gobierno de Estados Unidos comunicó claramente al de México nuestro punto de vista de que Guzmán tendría que afrontar los cargos que se le han impuesto en Estados Unidos”, indicó el portavoz del presidente Obama.

Washington ofrece ayuda para recapturar a Guzmán Loera

La fiscal general, Loretta Lynch /AFP

WASHINGTON.- “Enojo”, así se puede resumir la reacción del gobierno de Estados Unidos, por la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, del penal del Altiplano.

Personal de la DEA dijeron tener “rabia”, “enojo” e “indignación”, ante la noticia de que El Chapo escapó por un túnel que requirió de un buen manejo de ingeniería, logística y tiempo, sin que el gobierno de Enrique Peña Nieto se diera cuenta.

Los agentes, quienes pidieron no se les indentificara por nombre, debido a la sensibilidad del caso, consideraron que la fuga de El Chapo demuestra una vez más los profundos problemas de corrupción en México.

El enojo entre los agentes de la DEA se sustenta en que esta dependencia federal del gobierno de Obama, invirtió mucho dinero y tiempo en la captura del líder del Cártel de Sinaloa, ocurrida en febrero de 2014.

Cuando se dio a conocer la noticia de que se había arrestado a El Chapo, varios legisladores estadunidenses pidieron a la Casa Blanca que presionara al gobierno de Peña Nieto para que les entregara al capo en un proceso expedito de extradición.

La exigencia de los congresistas federales de Estados Unidos, se basaba precisamente en el temor de que El Chapo se escapara de la cárcel, como ya lo había hecho en 2001 de la prisión de alta seguridad de Puente Grande, en Jalisco.

Las autoridades mexicanas negaron desde el principio la extradición a EE UU alegando que las cárceles de su país eran seguras. Pero Washington había aumentado la presión para lograr juzgar a Joaquín Guzmán, El Chapo, en suelo estadounidense. Los juzgados federales de seis Estados reclaman al narco mexicano.

Desde el día en que fue detenido, el 22 de febrero de 2014, Joaquín Guzmán, El Chapo, centró su estrategia judicial en no ser extraditado a Estados Unidos. Fue lo primero que pidió su defensa al presentarse ante un juez. La justicia denegó la petición porque EE UU no había formalizado ninguna orden de extradición para entonces, a pesar de estar reclamado en los juzgados federales de seis Estados.

Las autoridades mexicanas insistieron desde el primer momento en que su sistema penitenciario era suficiente para El Chapo. El narco sería juzgado en México y las peticiones de extradición se ejecutarían después de cumplir la condena en su país.

La huida de Guzmán de la prisión de máxima seguridad de Altiplano amenaza con embarrar la cooperación entre los dos países en materia de lucha contra el narcotráfico. La fiscal general, Loretta Lynch, publicó un comunicado ayer en el que afirmaba compartir la “preocupación” de México y ofrecía “cualquier ayuda” para volver a capturarlo. La fuga ha provocado gran enfado en Washington, que añaden la sospecha de que el traficante tuvo ayuda de algunas autoridades mexicanas. El temor a una evasión era la razón por la que EE UU había aumentado discretamente la presión para lograr la extradición.

La fuga del líder del Cártel de Sinaloa abrirá un nuevo hueco de desconfianza entre Washington y Ciudad de México, por parte de dependencias federales estadunidenses como la DEA, aun cuando están obligados a mantener una estrecha cooperación en el combate al trasiego de drogas.

El Cártel de Sinaloa es prácticamente el dueño del mercado de heroína en Estados Unidos, el narcótico de mayor consumo en ese país.

EEUU ofrece ayuda a México para recapturar a Guzmán Loera

  • Joaquín Guzmán Loera se fugó este sábado del penal de máxima seguridad de El Altiplano, en el Estado de México, informó el gobierno de México.

Loretta Lynch en una conferencia en Washington /Getty

WASHINGTON D.C.(EFE).- Estados Unidos ofreció hoy ayuda y asistencia a México para capturar de nuevo al narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán, después de que éste lograra huir por segunda vez de una cárcel de máxima seguridad mexicana.

«El Gobierno de Estados Unidos está dispuesto a trabajar con el gobierno de México para ofrecer cualquier tipo de asistencia que pueda ayudar a lograr una rápida captura», indicó la fiscal general de Estados Unidos, Loretta Lynch, en una declaración remitida a EFE.

Lynch agregó que la Administración estadounidense «comparte la preocupación de México con respecto a la fuga» del jefe del cártel de Sinaloa y recordó que, además de sus delitos en México, «afronta múltiples cargos por tráfico de drogas y crimen organizado en Estados Unidos».

Según explicaron hoy las autoridades mexicanas, «El Chapo» escapó por un túnel de 1,5 kilómetros desde la zona de las duchas del penal Altiplano I, donde se encontraba recluido, que desembocaba en un inmueble en obras al suroeste de la prisión.

Guzmán se encontraba allí desde el 22 de febrero de 2014, cuando fue capturado en el que se consideró el mayor golpe asestado al narcotráfico en México en una década, pues Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares por cualquier información valiosa que llevara a su captura y el país latinoamericano más de dos millones de dólares.

Pese a haberse fugado anteriormente de otra prisión de alta seguridad en 2001, Estados Unidos expresó entonces su confianza en la seguridad penitenciaria de México para evitar un episodio como el registrado este fin de semana, razón por la cual no hizo pública ninguna petición de extradición.

«El Chapo» cumplía en Altiplano I los tres años que le quedaban de su condena previa, mientras la justicia mexicana intentaba aumentar la pena con nuevos cargos vinculados a sus actividades delictivas.

Mexicanos, los que más solicitan asilo en EU

En 2014 México se convirtió en el país que mayores solicitudes de asilo registró en Estados Unidos, con 14 mil, desplazando a China que reportó 13 mil 700 peticiones y El Salvador, con 10 mil 100 casos, revela el informe de la Oficina de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR, en inglés).

El documento no ofrece detalles por país sobre las causas de este fenómeno, pero en general destaca que entre los factores que inciden en que la gente salga de sus lugares de origen y pida refugio están las condiciones de seguridad o violencia.  El caso de México la inseguridad sin duda explica el incremento en las peticiones de asilo de mexicanos.

La tendencia al alza es evidente al revisar los años anteriores. En 2013, hubo 9 mil 300 peticiones solicitudes de asilo de mexicanos en Estados Unidos, por lo que el aumento para 2014 representó 34%. La nacionalidad china ocupó ese año el primer lugar con 12 mil 300 casos.

Los números para 2012 señalan a China nuevamente como el primer país solicitante de asilo (15 mil 450), seguido por México con un estimado de 8 mil 186 personas.

Según cifras de ACNUR, los mexicanos que buscaron asilo entre 2006 y 2013 fueron 73 mil 745; de ellos, más de 31 mil para Canadá y más de 42 mil para Estados Unidos, la mayoría de estos últimos entre 2010 y 2013.

Marielena Hincapié, del National Immigration Law Center, asegura que los principales argumentos para esta solicitud es la violencia que se experimenta en los países de origen. Considera que la crisis migratoria de menores migrantes no acompañados tuvo de alguna manera implicación en que los números crecieran también.

“La gente huye de México por la violencia, por inseguridad, amenazas de muerte o porque vieron que a un familiar le ocurría una tragedia. Para nosotros fue sorprendente que México fuera el primer lugar, eso sólo demuestra que las personas se sienten amenazadas, perseguidas. Conocemos que muchos de ellos piden asilo al cruzar la frontera”, dice.

Para Ariadna Estévez, del Centro de Investigaciones Sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM, el caso de los mexicanos que en los últimos nueve años han tenido que abandonar el país y solicitar asilo a otras naciones, ha sido por causas como la violencia criminal, la homofobia y los conflictos étnicos.

El refugio y el asilo son figuras legales de protección internacional que pueden solicitarse a la legislación humanitaria y de derechos humanos si se comprueba la persecución por cinco razones fundamentales o categorías protegidas en la ley respectiva: motivos de raza, religión, nacionalidad, membresía a un grupo social en particular y/o opinión política.

“Los connacionales los piden por las crisis de derechos humanos, porque han padecido extorsión o secuestro, o por no ver garantizada su integridad. También hay casos por violencia intrafamiliar, homofobia o conflictos étnicos, como es la situación de los triquis en Oaxaca, que han solicitado ayuda a California”.

Estévez subraya que las razones por las que se desplazan de su lugar de origen son diversas y la ley es antigua (data de mediados del siglo XX). “La legislación es tan anacrónica, que muchos que son perseguidos no logran protección porque la norma no incluye ciertas causas”.

Asimismo, María Elena Hincapié explica que el proceso para que acepten la solicitud de asilo se complica porque muchos no tienen la evidencia de esa amenaza o acoso que los hizo huir, porque no cuentan con la asistencia legal y pocas organizaciones se especializan en el tema, y porque los agentes de la Patrulla Fronteriza en Estados Unidos no se encuentran sensibilizados para la detección de los casos.

El número de mexicanos que han conseguido asilo en la Unión Americana es mínimo. “Las únicas posibilidades que tienen, junto a los centroamericanos que huyen de las pandillas o grupos delictivos, es por opinión política o grupo social particular, pero lograrlo depende también de la corte o juez que les corresponda, lo que hace más compleja la situación”, apunta Estévez.

Monica Lewinsky reaparece

  • Tras ser diseñadora e ir a la universidad, la ex becaria más famosa de la Casa Blanca lucha contra el ciberacoso.
Monica Lewinsky 2015 / Foto: Vanity Fair
Monica Lewinsky 2015 / Foto: Vanity Fair

Washington.- Durante años, Monica Lewinsky trató de huir de su involuntaria fama. Probó en el mundo de la moda diseñando bolsos y se graduóen Psicología Social por la London School of Economics. Desapareció del mapa y mantuvo un estricto silencio durante una década. Todo sin éxito. En la memoria colectiva, fue y para muchos siempre seguirá siendo la joven becaria de la Casa Blanca que en 1998 admitió haber tenido una relación con el entonces presidente de Estados Unidos Bill Clinton, que acabó con la acusación penal por perjurio, y su historia fue expuesta al detalle en Internet.

Cansada sin embargo de seguir siendo “esa mujer”, como la calificara Clinton, y con la madurez que dan los años -y, en su caso, los disgustos-, Lewinksy ha decidido reinventarse de nuevo. Pero esta vez no huye de su pasado, sino que lo afronta, lo asume y lo esgrime como bandera de su nueva causa: la lucha contra el ciberacoso del que ella se considera la primera víctima mundial. O, como dijo esta semana en su primer discurso público, ante un millar de jóvenes emprendedores reunidos por la revista Forbes, es la “paciente cero” de un fenómeno que hoy en día afecta a miles de personas en todo el planeta, famosos y no famosos.

“De la noche a la mañana pasé de ser una figura totalmente privada a una humillada públicamente”, recordó Lewinsky a la audiencia. “Yo fui el paciente cero, la primera persona cuya reputación fue completamente destruida en todo el mundo por Internet. No había Facebook, Twitter o Instagram, pero había páginas de cotilleos, y los emails se podían reenviar”, señaló. Durante la casi media hora que duró su discurso, Lewinsky tuvo que hacer a ratos una pausa. Han pasado más de tres lustros desde su “humillación pública”, pero se nota que todavía no le resulta fácil hablar de ello. Y eso que su regreso parece haber sido cuidadosamente planificado.

“De la noche a la mañana pasé de ser una figura totalmente privada a una humillada públicamente”,  Lewinsky

En 2014 daba el primer paso, con un largo artículo titulado Vergüenza y supervivencia -sus dos mayores características, afirma- en la revista americana Vanity Fair, de la que se ha convertido en colaboradora.

Justo antes de su comparecencia pública para Forbes, inauguraba también su cuenta de Twitter con un “vamos allá” que rápidamente ganó miles de seguidores. En dos días, superaba los 70.000, una muestra del poder de la Red de la que ella fue alguna vez víctima y de la que quiere proteger a otros posibles ciberacosados.

Su inspiración, afirma, es Tyler Clementi, un estudiante de 18 años de la Universidad de Rutgers, Nueva Jersey, que se suicidó en 2010 después de que su compañero de habitación retransmitiera en Internet un vídeo de su encuentro sexual con otro hombre. Paradojas del destino, con este caso, Lewinsky sin embargo se vuelve a vincular indirectamente de quien ha rehuido todos estos años: la ex primera dama Hillary Clinton, quien tras el suicidio del joven estudiante participó, al igual que otros miembros del Gobierno de Barack Obama -ella era entonces su secretaria de Estado-, en el proyecto It gets better (Las cosas mejoran) lanzado para respaldar a los jóvenes de la comunidad LGTB acosados por su orientación sexual.

Me tildaron de zorra, puta, ramera, tonta. Perdí mi reputación, mi dignidad y casi pierdo mi vida. Me conocía mucha gente, pero en el fondo sólo me conocían de verdad unos pocos. Lo entiendo. Fue fácil olvidarse de que “esa tenía alma”, explicó Lewinsky en la conferencia TED.

Watergate, el mayor hito del periodismo

El «Caso Watergate» fue mucho más que un escándalo político que puso un final oprobioso al gobierno de Richard Nixon. Catapultó de prestigio al periodismo independiente y de investigación como fiscal frente al abuso de poder.


Richard Nixon deja la Casa Blanca tras dimitir (1974)
Richard Nixon deja la Casa Blanca tras dimitir frente al escándalo del Watergate (1974)

En la mañana del sábado 17 de junio de 1972, Bob Woodward, periodista del Washington Post recibió una llamada de su editor para que se dirigiera a cubrir una audiencia judicial en la que serían presentados cinco sospechosos de haber asaltado, en la madrugada, la sede principal del Comité Nacional Demócrata, en el complejo de edificios Watergate, en Washington.

Woodward, que no llevaba ni un año como reportero en el diario, pensó que se trataba de una cobertura insignificante.

Al llegar al juzgado, se sentó desganado en una de las últimas bancas, pero cuando el juez Sirica le preguntó a James Mc.Cord, uno de los arrestados, dónde ejercía su oficio y este respondió que en la CIA, entonces Woodward y toda la sala se quedaron congelados.

Con ese episodio, arrancó el proceso de investigación periodística más importante y emblemático de la historia de Estados Unidos que llevó el 8 de agosto de 1974 a la dimisión del  presidente Richard Nixon.

El escándalo, que rodeó la revelación de actividades ilegales por parte de la administración republicana de Nixon durante la campaña electoral de 1972, justamente comenzó con el arresto de esos cinco hombres que estaban instalando equipos de grabación y fotografiando documentos en las oficinas del Comité Nacional Demócrata en el complejo Watergate en Washington D.C.

Los cinco hombres eran Virgilio González, Bernard Baker, James W. McCord, Eugenio Martínez y Frank Sturgis, todos miembros de la CIA. Ellos y E. Howard Hunt Jr. y Gordon Liddy fueron imputados por conspiración, robo y violación de las leyes federales sobre intervención de las comunicaciones. Fueron condenados en 1973.

Todos habían trabajado para el comité de reelección del presidente Nixon. Pero la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas del gobierno. Después de múltiples peripecias judiciales y la instauración de una comisión investigadora en el congreso, la implicación de la administración de Nixon se fue haciendo cada vez más evidente. En abril de 1973, Nixon aceptó parcialmente la responsabilidad del gobierno y destituyó a varios funcionarios implicados.

La existencia de cintas magnetofónicas incriminatorias del presidente y su negativa a ponerlas a disposición de la justicia llevaron a un duro enfrentamiento entre el Ejecutivo y el Judicial. La opinión pública forzó finalmente a la entrega de esas cintas, en 1974, que claramente lo implicaban en el encubrimiento del escándalo. La evidencia hizo que Nixon perdiera sus últimos apoyos en el Congreso. El 8 de agosto comunicó su renuncia al cargo. Su vicepresidente, Gerald Ford, accedió a la presidencia e inmediatamente otorgó un perdón incondicional a Nixon.

El escándalo no solo provocó la dimisión de Nixon, sino que mandó a prisión al jefe de personal de la Casa Blanca, H.R. Haldeman, y al consejero presidencial John Ehrlichman.

El impacto que tuvieron las casi 400 notas periodísticas que publicó el Washington Post fue determinante en el desenlace de los hechos, pues el tono de la investigación cambió cuando Mark Felt, entonces el número dos del FBI y bautizado como Garganta profunda, comenzó a filtrar información a Woodward y Carl Bernstein, otro reportero del Post que se unió desde el inicio a la investigación.

“Con el caso Watergate la prensa de Estados Unidos empezó a marcar distancia del poder político en forma intrépida y a veces desafiante y obsesiva, pero que al final impidió que los esfuerzos y amenazas de Nixon, detuvieran la búsqueda de la verdad”, expresa Gerardo Reyes, periodista investigativo del Nuevo Herald de Miami.

El caso de Watergate es un hito en la historia del periodismo porque es el resultado de un esfuerzo auténticamente periodístico por denunciar los actos de corrupción y de encubrimiento, sobre todo del gobierno más poderoso del mundo; pero más allá de eso, es una lección de independencia de la prensa respecto al poder y de una gran integridad de no dejarse intimidar.

De ahí que el argentino Daniel Santoro, otro ícono del periodismo de investigación en América Latina, exprese que a 40 años de la caída de Nixon, gracias a la investigación del Washington Post, el rol del periodismo de investigación, como perro guardián de la democracia, es hoy más importante que nunca en América Latina. “Además, frente a la revolución tecnológica, solo va a sobrevivir el periodismo de calidad, una de cuyas patas es la investigación, añade.

“Watergate fue atendido por un fiscal y por organismos que investigaron. Pero en nuestros países, sobre todo en estos países en los que el Ejecutivo influye en los organismos de control, la denuncia queda sin ninguna o con una mínima consecuencia legal porque el gobierno siempre está diciendo que es producto de una campaña para desprestigiarlo o desestabilizarlo”, responde Reyes.

Pero sin lugar a dudas, asevera Santoro, el grano de arena que los periodistas podemos aportar a la mejora de la calidad de la democracia, está en investigar a los gobiernos, a las iglesias, a las corporaciones privadas y otros poderosos y no quedarnos solo con sus declaraciones. “Entonces, necesitamos tiempo, empresarios periodísticos dispuestos a asumir riesgos para llegar a la verdad y gobiernos tolerantes que permitan la sanción de leyes de acceso a la información pública”.

El Watergate no solo fue importante porque renunció Nixon para evitar un juicio político del Congreso por haber mentido y usado a sus servicios de Inteligencia contra periodistas y opositores, práctica que aún ejercen muchos gobiernos latinoamericanos, también lo fue porque creó la conciencia necesaria que inició el camino del acceso a la información pública, dice Santoro, quien puntualiza que se trata de un camino hacia una cultura de transparencia, que abandone la cultura del secretismo que dejaron las dictaduras de los setenta, y de gobiernos que entiendan que rendir cuentas de sus actos no es rendir cuentas al periodismo, sino a través nuestro, a la ciudadanía.