Gobierno de Colombia y las FARC ponen fin a 50 años de guerra

La paz se hizo posible: Colombia y FARC firmaron pacto en Cuba
El presidente de Cuba, Raúl Castro, El presidente de Colombia , Juan Manuel Santos, y el líder de las FARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko«, quienes se estrecharon la mano bajo el aplauso de los asistentes / EFE

LA HABANA – El Gobierno de Colombia y las FARC firmaron el pacto para preparar el fin del conflicto en Colombia, que incluye el cese al fuego bilateral y definitivo, la dejación de armas, garantías de seguridad y el mecanismo de refrendación de los acuerdos de paz.

Tras ser suscrito por los negociadores del Gobierno y de la guerrilla y los representantes de los países garantes y acompañantes, el presidente de Cuba, Raúl Castro, entregó el documento a su homólogo colombiano, Juan Manuel Santos, y al líder de lasFARC, Rodrigo Londoño, alias «Timochenko«, quienes se estrecharon la mano bajo el aplauso de los asistentes. (Para ver las fotos de la ceremonia, CLIC AQUÍ)

El cese al fuego y de hostilidades permitirá colgar los fusiles antes de que las partes firmen el acuerdo definitivo de paz y significa la renuncia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a su lucha armada de 52 años.

Es la primera vez desde 1984 que un gobierno de Colombia y el grupo guerrillero pactan un cese bilateral.

Sobre el cese el fuego bilateral ambas partes han acordado elaborar una hoja de ruta que contenga los compromisos mutuos para que en un plazo máximo de 180 días desde el acuerdo final de paz haya terminado el proceso de dejación de armas, según el comunicado conjunto leído en el acto de La Habana.

La dejación de armas por parte de la guerrilla se realizará a partir del acuerdo final en tres fases: el 30 por ciento en un plazo de 90 días a partir del acuerdo final, otro 30 por ciento a 120 días de la firma de la paz, y el 40 por ciento restante a 180 días.

Ese procedimiento estará monitoreado y verificado por un equipo internacional coordinado por Naciones Unidas, organismo que «recibirá la totalidad del armamento de las FARC para destinarlo a la construcción de tres monumentos» acordados entre el Gobierno colombiano y la guerrilla.

Para el cumplimiento de la dejación de armas, el cese al fuego y de cara al tránsito de las FARC a la vida civil se crearán 22 «zonas transitorias de normalización» y 8 campamentos para la concentración de los guerrilleros, unas zonas que serán territoriales, temporales y transitorias.

El documento también establece que la salida de los combatientes de las FARC de sus actuales campamentos se realizará «sin armas y de civil».

El documento firmado es decisivo para el fin de cinco décadas de conflicto y supone la antesala del acuerdo final de paz entre las partes.

El Gobierno colombiano y las FARC suscribieron el pacto en un acto de alto nivel en La Habana con la presencia de seis presidentes latinoamericanos, como Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, y el secretario general de la ONU, Ban Ki moon, entre otros invitados.

— Las negociaciones —

Las FARC mantienen desde hace 11 meses un cese unilateral del fuego, mientras que el Gobierno suspendió los bombardeos aéreos a los campamentos rebeldes, decisiones que permitieron una disminución significativa de los combates, de las víctimas y de los ataques a la infraestructura económica del país.

El Gobierno de Santos y las FARC están en la recta final de una negociación que se inició a finales del 2012 en Cuba con el propósito de acabar la violenta confrontación que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.

A pesar de los obstáculos en más de tres años de instalada la mesa de diálogo en Cuba, el Gobierno y el grupo rebelde lograron acuerdos previos sobre mecanismos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la transformación de la guerrilla en un partido político, justicia, lucha contra el narcotráfico, desminado y búsqueda de desaparecidos.

Las partes ahora se concentrarán en lograr un consenso para que los colombianos refrenden en las urnas el acuerdo definitivo de paz.

La ONU acordó enviar observadores internacionales para ayudar en la verificación del cese al fuego y la dejación de las armas, así como la reincorporación a la vida civil de las FARC, el principal grupo rebelde de Colombia conformado por unos 7.000 combatientes.

Fuente: EFE / Reuters